LA NOCHE QUE NO PARÓ DE LLOVER (debate del 6 de diciembre de 2017)

‘La noche que no paró de llover’ fue más bien el pasado miércoles en Luxemburgo la noche que no parábamos de hablar. El debate se alargó más de dos horas y, como no podría ser de otra manera, se polarizó alrededor de los trazos sicológicos de los personajes y de la estructura de la trama. Laura Castañón ha logrado una estimulante novela de mujeres en la que destacan la complejidad de los sentimientos y los pensamientos de cada una de las protagonistas que analizan, de manera honesta y muchas veces despiadada, su vida actual y pasada y sus proyectos de futuro.

Estructurada en capítulos cortos que facilitan la lectura, las cuatro protagonistas, relatan sus cavilaciones y confesiones, con la cuidad de Gijón como telón de fondo. Dos mujeres treintañeras que trabajan como psicoterapeutas y forman una pareja reciente, una anciana acomodada que vive en una residencia de ancianos, y una joven asistenta resentida y enojada, que pretende sin mucho entusiasmo hacerse escritora.

El relato se compone de tres partes que se alternan en los cortos capítulos. El diario de Emma, extrovertida, aunque angustiada por las dudas que detecta en el amor de Laia, y que evoluciona hasta aceptar la maternidad para salvar su frágil relación. Las consultas del gabinete de Laia donde acude la anciana Valeria a contar sur recuerdos desordenados, repetitivos y laberínticos. Retazos de su vida que se extienden desde la infancia cuando empezó a sentir unos celos, que nunca reconocerá, de su hermana, favorita de su padre y del amigo de éste, muy presente en todo el relato. Que pasan por el periodo de la Guerra Civil, siguen por un periodo en Paris, ya casada, y después, ya de nuevo en Gijón, se ocupan de la relación con su hermana y, sobre todo con su sobrina, que muere trágicamente.

Valeria es una mujer aislada, encerrada en sí misma, que parece hablar sólo en la terapia donde, poco a poco, revela su mentalidad burguesa conservadora, su relación conflictiva con su hermana Gadea, su deseo de perfección y la frustración de no tener hijos, y sobre todo, una pesadilla recurrente en la que ha matado a alguien. De todas formas, hablar de su vida es para ella más urgente que descubrir el secreto del sobre cerrado que le ha dejado su hermana.

Completa la trama el cuarto personaje, la asistenta de la residencia, que nos presenta a un personaje hundido tras el accidente de hace ya varios años que le robó la felicidad, y que trata en vano de refugiarse en la literatura para evadirse de una realidad, no obstante siempre presente.

Tres partes que van desvelando sus puntos de enlace a medida que el remordimiento por un crimen, que no fue tal, se entrelaza con nuevos recuerdos y evidencias de otros daños infligidos y apenas reconocidos. De esta forma la escritora deshace los mecanismos de los prejuicios, del mal y las intenciones deshonestas y culpables en las vidas humanas. Además, pone al descubierto las contradicciones internas de los personajes, pero siempre con una real empatía por sus debilidades o sus sueños fracasados. Lo que importa en la narración es la manera de que los acontecimientos son interpretados, más que cómo han sucedido.

Laura Castañón dispone de una paleta muy rica de medios estilísticos para evocar las particularidades de la mente y la sensibilidad de cada una de esas cuatro mujeres tan diferentes, a cuyos relatos da voces distintas. Lo que la interesa es la interioridad, la percepción individual de los hechos de la vida más que los hechos en sí mismos. Y ese silencio que se instala en las familias y hace que los recuerdos no compartidos se distorsionen y exageren, o bien se oculten en rincones de la mente de los que acabarán saliendo para acosar a quien tanto tiempo los ignoró.

El Club de lectura disfrutó con la novela, tanto como con la animada y abierta discusión. Recomienda la lectura de una obra donde temas como el mal, la culpa, los recuerdos, la envidia, la maternidad, las relaciones entre personas y el silencio son magistralmente interpretados de una determinada manera. Una novela, para absorber, pensar, madurar, opinar y sentarse a comentar durante horas. Esta obra está también a vuestra disposición en la Biblioteca del Círculo Machado.

NUESTRA PRÓXIMA LECTURA

El Club de Lectura debatirá el próximo 6 de diciembre la novela ‘La noche que no paró de llover’ de la española Laura Castañón. Esta obra está disponible en nuestra Biblioteca. Además se puede adquirir a través de Amazon, tanto en formato impreso como electrónico.

Y el libro que debatiremos el 17/01/2018 será ‘El secreto de la modelo extraviada’ de Eduardo Mendoza. También disponible en papel y Kindle y en nuestra biblioteca.

¿CÓMO FUNCIONA EL CLUB DE LECTURA?

Escogemos un libro en español que leemos cada uno de los miembros del club por nuestra cuenta. Suele ser un libro fácil de conseguir. Muchas veces hay una copia en la Biblioteca, aunque suele ocurrir que hay alguien que se adelanta para cogerla prestada.

Nos reunimos un miércoles cada mes y medio. En invierno es en Culturando (Ave Faiencerie); en primavera-verano en el Centro Español. Solemos juntarnos unos diez con el objetivo de debatir el libro durante algo más de una hora de 19h a 20.30. Aprovechamos la reunión para escoger los libros siguientes.

¿Quieres apuntarte o pedir más información? Escríbenos a: machado@netcourrier.com

NUESTRA LECTURA ANTERIOR

El debate sobre ‘Nada que declarar’ de Teresa Ruiz Rosas tuvo lugar el pasado miércoles 8/11.

Las dos vidas paralelas de Diana y Silvia, con algunos puntos en común – mujeres, peruanas, viviendo en Alemania – y enormes contrastes, sobre todo en la posibilidad de elegir algo tan elemental como una vida libre o verse forzada a una de esclavitud y explotación. Un punto de donde por fin convergen estas dos trayectorias vitales que discurren en ámbitos cercanos sin encontrarse; la estación de trenes de Dusseldorf. Y dos elementos físicos que apuntalan el relato, el abominable edificio de las cien ventanas, ostensible desde la vía del tren, y ese telescopio que atrae a una chica enamorada de las estrellas y es su inspiración para una insólita venganza.

Estos son los mimbres con los que Teresa Ruiz Rosas construye una historia fascinante, de seducción, explotación, venganza y denuncia. Historia en la que Silvia presta la pluma a Diana para proclamar la ignominia y advertir a muchas que no caigan en la trampa que la atrapó desde ese día en que, seducida por un  chulo cuyo nombre se niega hasta a reconocer, atravesó el control de aduanas del aeropuerto por el pasillo de ‘Nada que declarar’ para ir a ocupar la ventana 31 del siniestro edificio. El sutil humor que destila la prosa de Teresa hace más digerible la cruel dureza de los hechos que relata sin quitarle un ápice de su enorme fuerza testimonial.

Nada que declarar alterna tres escenarios, la vida de Diana en la ventana 31 y sus alrededores; diversos episodios pasados y presentes de la de Silvia, probable alter ego de la autora, que nos describen desde un prisma múltiple su personalidad; y los encuentros de las dos mujeres, una vez liberada la primera, en la cebichería limeña La Lapa y el Erizo.  El Club de Lectura valoró la valentía de esta novela, su ingenio, cuidada prosa y erudición, sus repetidas referencias literarias y sus grandes recursos lingüísticos.

Nada que declarar está disponible para préstamo en la Biblioteca de Círculo Machado.